Hablando de reapariciones, la suya. Para desaparecer hace diez años y volver sin demasiado preaviso, debía hacerlo con un motivo muy importante, y así ha sido. Y es que en el cajón imaginario del señor David Robert Jones, no cabe la mediocridad.
Bowie ha conseguido una vez más hacer de la corriente artística surrealista, Rock and Roll. Presentándonos su faceta más personal y trascendental, reencarnándose en sí mimo sin más pretensiones ni revestimientos, pero como buen Ave Fénix que es, ha revivido las cenizas de sus personajes e hitos históricos, para introducirlos como elementos en este nuevo trabajo, desde su etapa de "Teatro Rock", pasando por su héroe marciano del Rock "Ziggy Stardust", sus rarezas de "Low", así como su toque más "Let's Dance".
Hace casi dos semanas que lo escuché por primera vez y a día de hoy sigo fascinada y absorta en él. Como si de un flechazo de Cupido se tratase. Creo que seguramente es lo mejor que he escuchado en los últimos cinco o seis años.
(David Bowie, un tipo igualmente interesante y atractivo a los 66 ya sin alter-egos, sin maquillajes, sin disfraces...ni botox)
Este álbum es un disco de Rock melódico oscuro, maduro y elegantemente duro, petado de matices: Psicodelia, giros rápidos, coros dementes, subidas y bajadas radicales, ritmos enérgicos y delirantes, guitarras que cantan y dialogan con el intérprete y sintetizadores como alaridos, como zarpas que arañan cristales. Intensidad y calidad al 100%
En esta colección de temas, aunque no es la mejor de su discografía desde mi punto de vista, confluye la madurez, la experiencia, la maestría a la hora de cuidar y embellecer el más mínimo detalle, y la esencia artística más auténtica de Bowie como intérprete pero ante todo, como compositor. Parece que por fin conocemos al verdadero David R. Jones. Esa esencia que los amantes de la música necesitábamos tanto ya. Siempre he querido creer que las largas esperas no sólo terminan mereciendo la pena sino que aguardan éxitos, y esto me da la razón. Gracias Mr. Jones, pero que no pasen otros diez años...
Definitivamente, este hombre no es de este planeta. Échenle... échenle una orejada:
Definitivamente, este hombre no es de este planeta. Échenle... échenle una orejada:
Para la gente que no esté muy puesta en su trayectoria y le apetezca conocerlo con más detalle, les invito a echar un ojo a este apasionante texto de Marc Ros (Sidonie) para Rolling Stone en 2006, en su sesenta cumpleaños, cuando este regreso era absolutamente insospechable: http://rollingstone.es/specials/view/david-bowie-el-farsante-mas-refinado-por-sidonie
Y claro, yo pensaba dejar de dar el coñazo con Bowie una vez sacase el disco nuevo, pero es que ahora, ¡a ver qué encuentro por ahí que lo supere!... Aunque todavía falta que vaya sacando videoclips, así que, paciencia...
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