Fin de semana tranquilo. Mamá pasándolo en grande en Amsterdam -que espero que se haya acordado de mi "regalo"...- y yo con toda la casa para mí, la cual he rebautizado con el nombre de Ireland.
Y qué mejor plan para no echarla de menos que tres o cuatro pelis buenísimas del videoclub -de Disney-, terminar una tirada de pulseras con cuero, hilo y cadena y una muñequera de imperdibles y bolas de madera, listas para su venta...
Porque están en venta... por muy módico precio, ¿saben?, ¿eh?... ;-)
Y bueno, después de dar el callo -y nunca mejor dicho porque no puedo tener más callos y pinchazos en las yemas de los dedos...-, creo que merezco como resarcimiento, una cenota con amigos.
Amenizada por supuesto, con una genial banda sonora -soy una buena anfitriona, la cena quizás esté vomitiva, pero cuido los detalles-.
Gente guapa y con mucho talento. Hablo de mis amigos, pero también de la banda sonora: ¡Grace Potter & The Nocturnals! Quién no los conozca, que lo haga inmediatamente, porque lo valen.
¡Feliz sábado sabadete!
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