sábado, 20 de diciembre de 2008

Sois mi rincón favorito de Madrid...



Cierto es que no acostumbro a escribir dedicatorias , pero hay momentos en los que romper el guión se hace divertido, sobre todo si la ocasión y las destinatarias lo merecen.


Esta ñoñísima canción, como muchas otras, forma parte de una preciosa, intensa y duradera historia de años y aventuras. De lágrimas de emoción y cacajadas, de reproches y abrazos, de confidencias y apoyo incondicional.
De viajes y conocimiento, de experiencias y errores, y como no, repleta de recuerdos de conciertos con cierto sabor a cerveza tibia y vinacho barato... Esta tema siempre formará parte de nosotras, nuestra amistad y nuestro recorrido juntas, de sueños que ya hemos realizado y los que nos quedan por realizar.
Silvia, Ñiguez, Jenni, Pala... Ahí va:



"Madrid"



"Bajando por donde los garitos, dejándome caer por la cuesta abajo. He estado tan solito hasta que te he encontrado.
Y tocando en el telefonillo, me dices que aun te queda para un rato. Tómate tu tiempo, aún no ha anochecido, yo te espero en Casa Paco.
Y qué gusto da estar enamorado y pasear contigo del brazo. Traigo rosas rojas para ti, eres mi rincón favorito de Madrid.
Bebiendo y charlando riendo y bailando, bailando y bailando, va pasando el tiempo. No hay nada como las noches de verano, no hay nada como las ganas que te tengo.
Noches de Siroco, terracita Antón Martín, y ese bar de Tirso que te gusta tanto a ti, por la espina dorsal de la gran vía derrapa una sirena de la policía.
Y qué gusto da estar enamorado y pasear contigo del brazo. Traigo rosas rojas para ti, eres mi rincón favorito de Madrid.
Mi piel necesita tu piel, mi boca necesita tu boca, dame de beber. Y desnuditos y ya en tu cama, luz de farolas tras las persianas, vuelvo a la vida cuando me tocas, nace una estrella nueva en Atocha. Estoy loco por ti...eres mi ricón favorito de Madrid.
Y qué gusto da estar enamorado y pasear contigo del brazo. Traigo rosas rojas para ti, eres mi rincón favorito de Madrid.
De Madrid, de Madrid..."

martes, 2 de diciembre de 2008

Babe, I'm gonna leave you

He charlado sobre música con mucha gente de todo tipo, unos más entendidos otros menos, y otros que, como en mi caso, simplemente no quieren entenderla sino experimentarla. La cuestión es que siempre hemos llegado a la conclusión de que las canciones que más nos remueven el alma son las que hablan de pérdida, ya sea de ilusión, de emoción, de ganas de seguir adelante o de un ser querido. Posiblemente sea porque lo que más puede doler hasta llegar a convertir a una persona en algo insignificante es que le quiten esos recursos y atributos que le permiten serlo.
Este tema de Led Zeppelin nos habla de esto, de la pérdida del ser amado, voluntaria o involuntariamente, por bien o por mal. Su letra se repite incesante, primero suena a pura y dolorosa resignación, y depués se vuelve cada vez más hiriente y loca. Esta canción es una herida abierta y sangrante, como las que deja el abandono...