domingo, 9 de agosto de 2009

"The Rolling Stones presentan: ¡Rock&Roll Circus!"

Corría el año 1968, el día 11 de Diciembre exactamente. Y por la cabecita de un jovencísimo Mick Jagger pasó esta gran idea. Se trataba de un espectáculo de rock&roll en estricto directo, ambientado en un pequeño circo antiguo, rodeado de un público minoritario y muy privilegiado no tan estricto. Jóvenes de aquellos tiempos, afortunados adolescentes que vivieron en carnes propias el despertar del rock más depravado y libertador, tan deseosos de buena música, que antes de comenzar la primera actuación ya estaban en pié aplaudiendo y moviéndose como auténticas posesas y posesos.

En dicho show se congregaban junto a los Rolling Stones, efervescentes artistas del momento como The Who, John Lennon y su apéndice (Yoko Ono), Jethro Tull, Taj Mahal, la "multinovia" Marianne Faithfull (comenzó siendo novia de Keith y terminó viviendo con Mick... vueltas que da la vida) y Eric Clapton.

Fue una actuación extensa, de hecho sus "Satánicas Majestades" salieron a tocar ya sobre las 3:00 de la madrugada, pero en ningún momento del vídeo aparenta perder ni un ápice de intensidad tanto por parte de los artistas, como por la del público asistente, que parecían permanecer en un éxtasis constante.

Musicalmente y escénicamente me resultó genial, no pude apartar la mirada de la pantalla casi en ningún momento, salvo en los minutos de caos absoluto protagonizados por Yoko Ono y sus gritos extrañamente parecidos a los aullidos de un chiguagua ronco... En el dvd, editado hace un par de años, podemos apreciar a un Mick Jagger devorando el escario, con sus movimientos espasmódicos de costumbre, unos gestos a cámara graciosos e incluso infantiles y derrochando descaro y, a su manera, sensualidad. Así como un Keith Richards, pendiente constantemente de sus caras y poses, con sus cambios de vestuarios, estilosamente estudiado, pero siempre carismático, disfrutando y gustándose mucho. Como no, Brian Jones absorbido por la música, rodeado de un aura de misticismo y sintiendo cada nota de su guitarra, pero en ocasiones aparentemente ausente. Por último, que no menos importantes, Bill Wyman al bajo, si no me equivoco, y Charlie Watts, siempre aferrado a su batería, dando esa imagen habitual, sencilla y ensimismada.

En conclusión, aquel circo de Rock&roll reunía todo lo esencial, todos los ingredientes necesarios de la poción mágica que hace que esta banda todavía hoy nos siga embelesando: energía, actitud, provocación y, sobretodo, ELEGANCIA.

PD: Aquí dejo el dvd por partes, asi en su totalidad, para quien le apetezca echarle un ojo/oido. Disfrutad ;)