Hoy he alcanzado una pequeña meta más en mi vida, tan pequeña como importante. Creo que hacía ya algún tiempo que no me iba a dormir con esa sensación de autorrealización que deja concluir un trabajo bien hecho, superando dificultades en el camino... dificultades que, curiosamente, casi siempre me suelo plantear yo solita. Por ese motivo, cuando me planto cara a mi misma y salgo victoriosa, es sin duda, un día de celebración... Sin embargo, ahora mismo no lo celebraría montando una fiesta llena de amigos, sino que lo quiero celebrar en compañía de alguien de quien me he olvidado durante demasiados días, conmigo misma. Disfrutando de este ratito de escritura terapéutica, y del silencio de la noche, apenas roto por una de mis canciones de madrugada favoritas.
Ya ni recuerdo cuantas veladas me ha acompañado este lamento francés de Françoise Hardy, cuando me costaba conciliar el sueño...En cambio, ahora no sonará a modo de tranquilizante, lo hará más bien, como un regalo.
Bonne nuit.
Irene G.M.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario