domingo, 24 de julio de 2011

BLACK




Apuesto a que esta mañana una de las frases que más se han escuchado frente a la tele, la radio, los periódicos, etc., ha sido "Se veía venir..."

No me extraña que así fuese, pero yo, seguidora... qué coño!, fan de Amy Winehouse desde el primer día que la escuché -Un tiempo antes del bombazo "Back to Black"-, reconozco que NO, NO LO VI VENIR. No lo esperaba. Me cuesta asimilarlo.

Sí, soy mitómana, pero todos los músicos que he admirado y mitificado, llegaron a mi vida cuando ya no estaban en este mundo o si lo estaban, muy al final de su carrera. Esta es la primera vez que me ocurre con una artista con la que he coincidido en un mismo tiempo. A la que he seguido desde el primer día, hasta el último... Por tanto, el sentimiento de "pérdida" es diferente y más intenso.

Si habéis hablado alguna vez conmigo en persona, o lo he hecho yo con vosotros mediante este blog, habréis notado que siempre he defendido a esta chica. A veces he llegado a discutir a gritos y defender lo que para muchos e incluso para mi, sería "lo indefendible"... Ahora caigo.

En este mismo momento, mientras escribía la frase anterior, me he dado cuenta de que no "defendía", lo único que pedía... no, lo único que EXIGÍA siempre a la hora de hablar de ella, como de cualquier otra persona -sobre todo, con problemas- era, es y será RESPETO. Simplemente eso.

Ahora comienza la última parte del show. La más esperada por muchos, la más morbosa, la más cruel, la más HIPÓCRITA. Ahora es momento de vender el MITO: La voz, el carisma, la calidad, "la autenticidad de la única, salvaje e indomable AMY WINEHOUSE". Es el momento de las palabras bonitas, incluso exaltadas. Y por supuesto, de HACER CAJA. Es momento de encontrar su cara en camisetas de marca. Porque a partir de este momento ya no es una "yonki de talento desaprovechado", ahora es un "icono de la cultura underground, super cool de la muerte"... Claaaro...

Es curioso -já!-. Hoy en la televisión, telediarios, reportajes, etc., las imágenes que aparecían de ella, la mostraban radiante, guapa, majestuosa, como una diva... Decían que en su última aparición junto a Dionne Bromfield, se mostró "con buen aspecto". Y esto lo han comentado los mismos, que hace escasas semanas informaban de la cancelación de su gira europea, y emitían planos de ella tambaleándose entre abucheos e insultos. Y lo hacían entre sonrisitas de superioridad y condescendencia, que expresaban un claro "pobrecita, qué pena, qué patética"... Y no, no es una pobrecita, nunca lo fue.

Amy Winehouse, vivió como quiso o como pudo, y supongo que murió de la misma manera. Y si algo me enorgullece de haberme considerado "fan" suya, es que la respeté en todo momento, sin juicio alguno al margen de lo estrictamente musical. Nunca fui a verla en concierto. Como todo el mundo, sabía que ella estaba mal, y lo que pensaba siempre era: "No es el momento, ya la veré más adelante, cuando rinda al 100%". Por eso no miento cuando digo, que yo no me lo esperaba, en el fondo conservaba la esperanza de que siguiese adelante.

Ahora, prensa y demás "jueces", métanse su penita por donde les pueda caber. Aquí terminan los bises, y lo que viene ahora no es música, es circo.






Irene G. M.

No hay comentarios: