Nunca he sido partidaria de mezclar política con cultura, especialmente con música, que es el tema sobre el que trata este blog. Pero hay cosas que claman al cielo. Y precisamente porque me gusta la música, me jode que no me dejen disfrutar de ella por motivos/chanchullos políticos, vengan de donde vengan. La cuestión es que por esta zona, siempre vienen por parte de los mismos...
Más o menos a estas horas, Orxata Sound System deberían estar dando uno de sus conciertazos característicos en Alcoy. Parece ser que el concierto estaba programado con motivo de las fiestas populares. Sin embargo, cual ha sido la sorpresa de su público y de la propia banda, al enterarse precipitadamente de que el ayuntamiento,tras poner sucesivas trabas, había denegado el permiso ¡¡¡24 horas antes!!! "Pues no había ningún espacio adecuado a ese tipo de concierto...". ¿Por qué huele a censura?, diréis, y yo os contestaré: Huele a censura porque apesta a política, además antidemócrata. A la de un partido político, que me da la sensación que, cuando consigue un mínimo de poder, se cree Dios, e intenta pisar toda libertad de expresión, de todos aquellos y aquellas que no "canten" a su son. Y en segundo lugar, porque amigos, ¡esto es el maldito pan de cada día en gran parte de territorios de la Comunidad Valenciana! (mi ciudad no es uno de ellos, afortunadamente) Y por desgracia, me temo que mi opinión tiene bastante fundamento.
El grupo, -las víctimas del asunto, junto al público que esta noche les esperaba- también ha expresado su opinión públicamente, mediante una nota.
No sabéis qué impotencia y qué vergüenza, me producen este tipo de cosas... Pero esos políticos...¿en serio temen tantísimo, que un grupo de música pueda "ensuciar" su imagen?, ¿son peligrosos por estar a favor de la normalización y cantar en valenciano?, ¡¿por qué?!. Es que no consigo entenderlo...
En caso de haber suciedad, se la echan encima ellos solitos, con actos como este y ,supuestamente, con otros más graves. Son músicos, trabajadores que van a hacer su trabajo, por supuesto, a su manera y desde su LIBERTAD, pero sin molestar a nadie, sin faltar al respeto -las veces que los he visto nunca he denotado en ellos una "salida de tono"-. Porque queridos políticos de derechas, tener una opinión o una ideología diferente a la suya, no implica una ofensa, ni una falta de respeto... La censura, sin embargo, es bastante más que eso.
Aquí dejo las palabras del grupo:
"De la euforia a la rabia"
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