"Criticarem les noves modes de pentinats" Manel.

Esta obra de arte de Manel pensaba reservarmela para subirla el día de mi cumpleaños. Porque como ya dije, me encanta cumplir años, hacerme mayor o vieja, abrir y cerrar puertas, completar ciclos, acumular experiencias y sabiduría, arrugas y celulitis.
Pero visto que últimamente la escucho con bastante frecuencia, y que crecer crecemos día a día, y no necesariamente cada año, aunque así se establezca su celebración, la cuelgo hoy, porque me da la gana. Y porque como dicen los mayores "no dejes para mañana lo que puedas hacer o decir hoy".
Y además la comparto con toda esa gente tonta que no acepta su edad, que se hunde cuando descubre la primera cana, que se deprime el día de su cumpleaños. A ver si así espabilan y empiezan a apreciar el valor de vivir y crecer, que pienso que no es otro que el de descubrir y conservar cosas y personas, de disfrutarlas, de crear y emprender, de cambiar y corregir, de reinventarnos. Creo que la diferencia entre "crecer" o "envejecer", la establece la actitud que tengamos ante el paso del tiempo, y según lo queramos entender, si como una sucesión de oportunidades o por el contrario, como un lastre.
Aquí está esta maravilla de canción, preciosa como ella sola.





"Criticaremos las nuevas modas de peinados"

Vendrán los años y, con los años, la calma
que te pintará en los ojos una mirada suave.
Te harán dar un paso y, después, otro,
serás toda una experta en tirar adelante.
Con tanto tiempo habrás encontrado un lugar agradable,
o ya estarás un pelo perezosa para buscar.
Recibirás trato de señora, o de yaya extraña
que tiene acojonados a todos los niños del vecindario.


Y serás un saco de males o serás una roca.
Y los momentos de mirar atrás te harán gracia y te harán daño.
Y tal vez no seré tu amigo,
ni tendré nada que ver con si eres o no eres feliz.
Ya me veo de recuerdo medio triste que se te cruza por la cabeza
una mala tarde.
Y tal vez dormiré abrazadito
a una mujer a quien casi no le habré explicado quién eres.
Tal vez tendremos nietos malnacidos que se cachondeen de mi
cuando no me entere de las cosas.


Pero, cuando sea viejo, seguiré cantándote canciones, igual.
Caminaré lento y me sentaré, a veces, en los bancos.
Versito a versito convocaré tu cuerpo largo y blanco
y me podrán ver sonreír un poco por debajo de la nariz.


¡Que vengan los años! ¡Aquí me tiene la calma!
Qué me juego con la decadencia de la carne...
Que un rinconcito del comedor hará de escenario
y que nadie sospechará de quién estoy hablando.


Y que, cuando sea viejo, seguiré cantándote canciones, igual.
No sé si estaré para garantizarte una gran calidad...
pero creeré en un versito y me distraeré intentándolo alargar
y me podrán ver sonreír un poco por debajo de la nariz,
y me podrán ver sonreír un poco por debajo de la nariz.