sábado, 4 de mayo de 2013

Mr. Bowie, no deja usted de sorprenderme

Cómo disfruto investigando, rebuscando y desenterrando joyitas cuya existencia desconocía por completo. Soy una arqueóloga virtual melómana...
Hoy traigo un par de ellas. Ambas parecen ser grabaciones bastante caseras.

 La primera me parece una de las más grandes preciosidades que he escuchado en lo que a canciones de amor se refiere. Y así se llama, como si fuese la más importante de todas ellas "Love Song". La escucho y su mensaje es tan sencillo y tan directo, es una visión tan  de "primer amor"y  tan inocente, que me produce muchísima ternura. Y que me hace pensar de repente, que el amor realmente es algo bonito y más simple de lo que los románticos de mierda renegados (como yo) estamos dispuestos a entender. Quizás sea un sentimiento así, inocente y con los años lo vamos pervirtiendo y agravando hasta que se convierte en algo que más bien, se asemeja a un problema... No sólo esta canción, sino muchas otras más, me han llevado a pensar más de una vez que, por muy cruel que suene, quizás un enorme porcentaje de la humanidad no sepamos amar...
Unas sensaciones completamente diferentes a las que he experimentado con la segunda.

 La segunda, me ha puesto la carne de gallina, me ha dado escalofríos, tanto que los estornudos de Bowie casi me provocan un infarto, joder... Me ha transportado al cementerio Abney Park de Londres, a un paseo a través de sus senderos en una noche gélida, de esos en que aparentemente no podrías caminar más sola, pero una palpitante sensación de pánico te augura que no lo estás, que de hecho eres el centro de atención y que sus impactantes estatuas de piedra, vigilan cada uno de tus pasos y... traman algo... "Please Mr. Gravedigger".



Que síii, que he coleccionado demasiados libros de Victoria Francés, vaaale...pero, escuchen CON ATENCIÓN y seguramente me comprendan...:



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