viernes, 6 de diciembre de 2013

"Amb un punt de tendresa i un de barbaritat"

... Así es como defino yo esta canción, "con un punto de dulzura y uno de barbaridad".
Pasarán los años y el ser humano seguirá sin aceptar las despedidas. Tomemos ejemplo de mi adorado Roger Padilla, que nos canta una despedida de tal manera que no vacía, sino que llena el corazón a manos llenas:




"Ay, Dolores, llévame al baile,
hoy que vienen todos, hoy es cuando hemos de ir.
Ay, Dolores, vendré al atardecer
con un golpe de coche y te esperaré abajo.
Y, Dolores, hoy entre las cabezas no habrá miradas de complicidad
ni, Dolores, ningún dedo despistado que frote una espalda por casualidad.
Hoy, Dolores, marcaré un ritmo con las manos
mientras tú sacas los tickets del enésimo combinado.
Hoy, Dolores, propón un tema al cantante,
uno que se ría de ti y de mí de esta historia que se ha ido acabando.
Va, Dolores, que hoy seremos dos niños grandes,
nada de tonterías, nada de ser especiales.
Un-dos-tres, uno-dos-tres cha-cha-cha,
talón-punta, tacón-punta, y vuelta a empezar.
Y, Dolores, nadie esperará ninguna escena dulce ante ningún portal,
ni, Dolores, ninguna gran verdad será revelada cuando amanezca.
Hoy, Dolores, moveremos el cuerpo al compás
de un tambor acelerado, de una gran línea de bajo.
Hoy, Dolores, propongo un tema al cantante,
uno que se ría de ti y de mí, y de esta historia que ya no es importante.
Uno que nos defina en tres acordes,
uno que nos explique a la posteridad,
uno que conscientemente sea un punto y final, Dolores
Dolores, uno que parezca imposible que pueda terminar.

Dolores, ves la gran melodía volar por los tejados
Dolores, una canción abre puertas y atraviesa tabiques
Dolores, una radiografía de todos estos años
Dolores, y que arranque una sonrisa a todos los viandantes
Dolores, con un punto de dulzura y otro de barbaridad
Dolores, y que entre en la oreja y destroce los tímpanos
Dolores, y que parezca imposible que pueda terminar."

No hay comentarios: