¡Mini crónica musical de mi primer San Isidro!

Por fin regreso a mi blogguico! Efectivamente, últimamente he sido una doña muy ocupada, y, principalmente, muy sin internet. Y bueno, alegremente puedo decir, que ninguna de estas dos cosas me han matado. Sin embargo, entre todo aquello que me está alejando del teclado, reconoceré, que de vez en cuando busco y encuentro un pequeño ratito para darme a la fuga y escapar de la rutina de trabajo, mudanzas, metros, supermercados, apuntes y fregonas... Y una de estas escapaditas es la que me permite volver por todo lo alto, con un repaso muy musical al Universimad 2014, que son los que realmente molan. ¡Menos letras y más canciones!

Eso sí, si tuviese que rescatar los momentos álgidos (cómo me gusta esa palabra, "álgido"), me quedaría con los siguientes:

1.Mis venerados Vipership, que participaron en el concurso de bandas Villa de Madrid. Que casi no llego, pero llegué! Mi primer momento de subidón-subidón del festival. Lo dieron todo -y eso que hacían doblete en una misma tarde-, y resultaron aclamados por gran parte del público, yo entre él, que fui sola, pero hice el mismo ruido que cinco. Y bueno, a pesar de que, por supuesto, eran mis ganadores, quedaron subcampeones, con algún que otro premio más. Como siempre digo: atención a esta banda, que vienen con fuerza... la que avisa no es traidora, es avisadora:



2.TOMASITO, señores... Me hinché a hacerle fotos y revisándolas después me di cuenta de que en todas sale movido, con eso lo digo todo. Pura energía, puro nervio, puro ARTE. Imparable, incontenible. Y si miento, que le pregunten a los guiris que tenía al lado... Lo remataré con una frase: "Iggy Pop, retírese".



3.Y por último, la banda que cerró la noche, Arizona Baby. Un concierto que me supo a buenos y bonitos recuerdos. Formación a la que siempre tuve un especial cariño, con la que aprendí e incluso crecí, durante una etapa de mi vida y que, a pesar del tiempo pasado, me entusiasmó escuchar de nuevo, y escuchar lo nuevo, creo que por primera vez, y que me entusiasmó casi como entonces, como aquellos primeros conciertos que presencié, allá por el 2009. Final de la noche retrospectivo y emotivo. Y musicalmente hablando, un derroche y un lujo, como siempre...