La bola de cristall

Mira, sale el Sol en las ciudades donde podríamos haber vivido.

Y una luz llena de paz va inundando todas las cocinas.

Yo aparento pinta de tranquilo, tú pareces tranquila.

Y nos grito: "¡quítate el disfraz y revela quién eres!,

no me creo que seáis la vida que nos estamos perdiendo".




Mira, todo ha ido según el plan, qué ejemplo de armonía.

Esto es creer en lo que uno quiere e invertir en sabiduría los días.

Si tomas nota, creo que nos sale un buen libro de aforismos.

Y nos grito: "¡Observándoos las manos, os he visto el truco!,

no sois la vida que realmente nos hemos perdido".




Mira, panderetas, serpentinas, ahí va nena, vaya medias.

Estamos todos, sí, pero fíjate bien, como te miro y como me miras.

Va, asumámoslo, los días buenos casi son invencibles!

Y nos grito: "¡Eso es lamentable teatro amateur!

Y no la vida que se nos escapa a cada momento".




Mira, como los nervios no han podido, las palabras que buscábamos,

las decimos y no dan miedo, las decimos en voz alta.

"Amor mío, siempre estaré. Amor mío, cómo lo dudabas..."

Y nos grito: "¡Ya sé de qué vais y he perdido el interés!

Que la vida que nos hemos perdido... simplemente no existe".



Me encanta reproducir aquí las letras de Manel y escribirlas aunque sea para traducirlas  -que no cambian demasiado, pero cambian...-, para compañar los vídeos.
Es una gozada archivar en este trocito de autobiografía, este blog, textos así, que aunque pertenecen a otras personas, en parte, por lo que siento hacia esas palabras, por el nombre y el sonido que le dan a tantas cosas, las considero un poco mías también.
Por este motivo, comparto esta canción aquí, para quien también quiera adoptar un pedazo de ella.






P.D. Todos sabemos que hasta que no comente todas las canciones de Manel, no me quedaré tranquila... Ármense de paciencia.